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Nota color 21/04/25

 “Atado con alambre” “ Si vas a la planta baja está lleno. Si lo quieren ver expresado ponen alguna expresión medio  radical y enseguida se empiezan a responder”- dice un empleado de mantenimiento de la  facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. El olor a pólvora por las bengalas, papel picado en la calle y una persona con un cartel en la  mano que dice “Me recibí”, sería el final de un capítulo. Pero antes de que llegue a su fin  hubo mucho más que un comienzo: un proceso.Largo, lleno de pasos y rutinas que se  vuelven costumbre. Así como en el fútbol existen las cábalas, en la facultad también. Estudiantes que utilizan la  misma remera para ir a rendir cada parcial, usan “las medias de la suerte" o escuchan esa  banda de música específica de camino a la evaluación. Cada uno de esos rituales como si se  tratara del partido de su vida. Sin embargo, el partido no empieza hasta que suena el silbato y  la pelota es pa...

Crónica: BAFICI.

La vida siempre da revancha. Sábado 29 de abril. El mejor día para levantarse relativamente tarde, pero no tanto para disfrutar de la mañana, por irrelevante que suene. Tenía que ir a una prueba de vóley temprano, por lo que el día anterior había sacado en el Gaumont la entrada para el BAFICI con tiempo de sobra para poder llegar a la función. El Gaumont, mi casa de las películas nacionales desde que tengo uso de razón. Siempre fuimos mi mamá, yo y media mitad del PAMI, cosa que me encanta porque creen que con la edad y experiencia se vuelven completamente inimputables y chusmean a viva voz, lo cual las vuelve muy graciosas (la mayoría de las veces). El Gaumont arquitectónicamente hablando es una reliquia; los asientos son los mismos que los del teatro, lo cual en mi caso es una buena noticia porque si es demasiado cómodo me quedo dormida. Sus pisos y escaleras tienen una estética para nada comparada con un cine de shopping, mucho beige y mármol, no un blanco de Hospital de Clínicas co...